martes, 11 de mayo de 2010

Cuento pirata para niños piratas


EL COFRE DEL PIRATA

Guillermo despertó con una idea fija en su mente: sumergirse en las cristalinas aguas de la "Cala del Juramento".
Para la empresa contaba con sus inseparables corsarios Ana y Koke.

Guillermo veraneaba todos los años en un pueblecito de la pequeña isla mediterránea. "Tranquilidad" decían sus padres, "aventuras" pensaba él. Guillermo tenía diez años, el pelo rojizo, la cara pecosa y traviesa, sonrisa amplia iluminada por ojos de mirada chispeante y furtiva.
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-¡El desayuno, Guillermito!
¡Vaya!, la hermana mayor de Guillermo tan chinche como siempre, interrumpiendo planes y sueños, ¡en fin!, el desayuno primero. Después de engullir tostadas, copos de maíz y beber un zumo de naranja, Guillermo se levantó como un cohete y recogió todos los utensilios necesarios para la jornada aventurera. ¡Por fin había llegado el día glorioso!

Circulaba por aquella isla, sembrada de casitas blancas, la leyenda de que un pirata de origen inglés fue abandonado allí, para pagar una deuda con la justicia, pero antes, le había hecho prometer a sus compinches que dejarían bajo las aguas un cofre lleno de riquezas conseguidas en mil abordajes sangrientos. Un juramento selló el pacto y allí en la cala del mismo nombre se cuchicheaba que yacía el cofre y del pirata no se supo jamás. Pero Guillermo tenía planes, el destino había querido que él rescatara el tesoro. Recogió todos los materiales, que estratégicamente había repartido por la casa, como cuerdas, garfios, martillos, alicates,... Miró el reloj: "Las diez y diez". Era la hora convenida para estar en la cala, así que salió a toda pastilla. El aire fresco golpeó suavemente su rostro y enmarañó más si cabe su encrespada cabellera, mientras sus pensamientos se enredaban en el palo mayor de un barco pirata: ¡A ver, arriad las velas!, ¡Morgan, dos vueltas de timón! ¡Vamos, gandules, remad o vuestro pellejo sentirá el látigo! ¡Eh, Tuerto, tráeme un barril de ron de la bodega!

-¡Por fin, capitán! -dijo Ana cuando vio llegar a Guillermo cargado con una
enorme mochila.
-¡Hola "Pelo Pojo" -exclamó Koke en tono de franca camaradería.
Y Guillermo, alias "Pelo Rojo", sintió la fuerza del mando y gritó: ¡Consigna!, y los tres gritaron a una: "Temblad piratas, temblad que el tesoro vamos a encontrar".

Cuando todos se colocaron el equipo de buceo, se sumergieron entre las rocas, en donde habían atado uno de los extremos de la cuerda. Bajaron, bajaron,... El agua se sentía cada vez más fría. ¡Uaf!, y todos salieron a la superficie a respirar. Muchachos, hay que llegar más hondo. Preparados... ¡inmersión!

Bajaron, bajaron, bajaron, tropezaron con una colonia de corales y allí entre ellos vieron algo parecido a un baúl de dimensiones menores a lo que ellos esperaban. ¡Uaf!, de nuevo a la superficie. La alegría era inmensa y los tres lanzaron al aire gritos de triunfo. Tomaron aire de nuevo y... ¡adelante! Ataron el extremo de la cuerda a una de las asas del baúl. El corazón les latía de manera apresurada. Salieron por última vez a la superficie, pero esa vez pisaron tierra firme. Se aseguraron de que nadie rondaba por allí y comenzaron a tirar de la cuerda. La carga resultaba pesada, ¡mejor!, pensaban los tres, así el tesoro sería más cuantioso, y a cada tironazo surgía un sueño para cada uno.

Guillermo... "Podré comprarme un gran barco y mi patria será la mar".
Ana... "No tendré brazos ni dedos suficientes para tantos anillos,collares o brazaletes".
Koke... "Qué tranquilo voy a vivir bañado en monedas de oro".

Por fin tenían ante sus ojos el cofre. Todo lleno de algas y enmohecido. La cerradura no se abría, ya lo esperaban, estaba previsto, así que "Pelo Rojo" buscó la barra de acero y haciendo palanca saltó uno de los pernos que la sostenían y luego el otro, el cofre estaba abierto. Ninguno se atrevía a mirar. ¡Los tres a la vez!, y la tapa emitió un gemido cediendo sobre sus goznes. Ya está, miraron al interior: ¡Oh!, ¡Ah! ¡Por las barbas de un corsario muerto! ¡El cofre estaba lleno de arena! Guillermo introdujo las manos en el cofre y hurgó, no había nada. ¡Qué desilusión!, vertieron el contenido sobre la arena, sacudieron bien, allí no había trampas, ni doble fondo. NADA. ¡Adiós sueños! Un rayo de sol iluminó de una manera especial el montoncillo de arena que momentos antes estaba en el cofre, parecía oro. Pero el sol siguió su camino y la ilusión óptica desapareció, la arena seguía allí.

-Lo devolveremos al mar -dijo Koke.
-Sí -asintió Ana-, pero primero quitaré todas estas algas que tiene pegadas. Guillermo contuvo a duras penas las lágrimas. Él y Koke empezaron a recoger las herramientas.
-Mirad, venid! -gritó la niña.
Los dos salvaron de una zancada la distancia que los separaba de Ana.
-He descubierto al limpiarlo unas letras en el interior de la tapa:

LOS PIRATAS NUNCA DEJAN DE SOÑAR
Estaba escrito toscamente, con algún objeto punzante.
¡Bien!, seguiremos soñando -dijo "Pelo Rojo"-, se ve que el pirata se gastó todo su contenido, cerrémoslo y al agua con él, pero leamos de nuevo. Cuando aquella frase quedó grabada en su mente cerraron el cofre y lo devolvieron al mar atado a la cuerda. Cuando ésta estuvo tensa, supieron que había tocado fondo.
-¡Uf!, ¡Qué tarde! -dijo Koke-, me van a echar el broncazo, llego tarde a comer. ¿Os venís?
-Marcharos vosotros, yo me quedaré aquí un rato.
Ana y Koke comprendieron que su capitán deseaba estar solo. "¡Hasta luego!"
Cuando Guillermo dejó de ver tras las rocas a sus amigos, sacó de la mochila una bolsa de plástico y echó un puñado de aquella arena, "al menos recordaré siempre este día, no sé si soñaré con piratas, pero no está mal haber compartido por unos momentos su ideas". Y se alejó de la "Cala del Juramento".

En casa estaban todos sentados a la mesa menos papá. Éste llegó a los pocos minutos totalmente agitado y nervioso.
-¿Qué pasa? -dijo mamá.
-¿No os habéis enterado?, el viejo farero ha encontrado en la cala esa del pirata un montón de oro, era como arena. El alcalde y las autoridades... Y la voz de su padre se fue perdiendo entre la risa nerviosa que le entró a Guillermo. Todos lo miraron sorprendidos... Guillermo una y otra vez entre risas:

"LOS PIRATAS NUNCA DEJAN DE SOÑAR".
"El Cofre del pirata" es un cuento sacado del libro:
"La caja de las palabras mágicas"
Carmen Ramos
Editorial Arguval. Málaga

sábado, 8 de mayo de 2010

viernes, 7 de mayo de 2010

¿Es un tiburón?

Encontrado en Matalascañas.
¿Os imagináis que estáis tan tranquilos nadando en la playa y os encontráis un animalito como este? Parece un tiburón, pero un señor que pasaba por allí, me dijo que era una caella. ¿Qué opináis? Podéis buscar información y ver si es verdad.



El mayor cocodrilo de África: Gustave



Éste es Gustave, un cocodrilo macho enorme que vive en una isla paradisíaca situada en medio del río Ruzizi, en la frontera triple entre Burundi, Ruanda y la República Democrática del Congo. Se le estiman 6 metros de largo y un peso de 900 kilos, lo que le convierte en el mayor cocodrilo jamás registrado en África, el mayor de su especie (cocodrilo común o del Nilo) y en uno de los más grandes del mundo. Se cree que tiene un mínimo de 60 años (la esperanza de vida normal para su especie es de 45) y, como es normal en los reptiles, sigue creciendo.

Pero ninguno de estos récords es el que ha hecho famoso a este animal como el de haber matado y comido a unas 300 personas en los últimos años. Gustave es demasiado grande como para alimentarse preferentemente de peces y otros vertebrados acuáticos pequeños, como es normal en otros cocodrilos. En su lugar, la base de la dieta de Gustave la componen cebras, ñúes, ganado y, cada vez más, personas. También es, que se sepa, el único cocodrilo que se ha atrevido a atacar y comerse a un hipopótamo adulto. Lo normal es que los cocodrilos huyan de éstos y que si alguno es lo suficientemente osado como para amenazar a una cría, acabe hecho trizas en las fauces de un hipopótamo adulto. Con Gustave ocurre lo contrario: son los hipopótamos los que le respetan y procuran mantenerse alejados de él, poniendo pies en polvorosa si se acerca con aire demasiado decidido.

sábado, 1 de mayo de 2010

jueves, 8 de abril de 2010

Cuento escrito e ilustrado por Diego


LOS EXPLORADORES Y EL FANTASMA

Había una vez 5 exploradores llamados Diego, Álvaro, Rafa, Manuel y Santi. Un día, jugando a exploradores, Rafa encontró a lo lejos una gran mansión. Entonces todos nos fuimos hacia allí y nos metimos dentro. La mansión estaba llena de telarañas, con el suelo roto, las paredes parecían de cartón y para colmo olía a “perros muertos”. Entonces Manuel escuchó algo y se dio la vuelta y dijo que había visto un movimiento y justo al torcer la esquina teníamos plantado enfrente de nuestras narices un fantasma. Mientras salíamos corriendo, el fantasma nos perseguía diciendo “Soy el fantasma del señor Gordon”. El señor Gordon era muy, muy gordo, calvo y vestía muy elegante, siempre iba de un lado a otro con una hamburguesa. No encontrábamos la puerta de salida, pero llegamos al garaje donde cogimos un coche del año 1.969 y nos dimos un buen paseo por toda la mansión buscando por donde poder irnos, pero por mala suerte el señor Gordon cogió también otro coche y no paraba de ir detrás nuestra tirándonos hamburguesas. Hasta que por fin encontramos la puerta y a toda velocidad nos largamos de aquel espantoso lugar con el coche.

Diego

domingo, 28 de marzo de 2010

Para pintar con el ratón


¿Eres un Picasso y no lo sabes?
Prueba a pintar de una manera diferente.
Te sorprenderán los resultados.

Pincha en el dibujo.

Cuento escrito por Laura



subir imagenesÉrase una vez un niño que iba al parque y cuando iba ya llegando, el niño se encontró a un extraterrestre. El niño se lo metió en su bolsillo del pantalón y lo cuidó. Cuando llegó al parque, el extraterrestrese encendió su nave y empezó a volar. El niño se puso todo nervioso. Cuando vio que se iba a dar con los columpios y que se cayó al suelo. El niño acudió a ayudar al extraterrestre y le dijo que si se podía ir a casa para cuidar de él. Él dijo que sí y toda la noche lo cuidó muy bien. Por la mañana, se lo llevó al colegio y lo metió en la maleta. Pero al extraterrestre se le encendió una luz. La señorita empezó a sospechar del niño. Por la noche, el extraterrestre se llevó al niño a su mundo y al final se quisieron mucho más.
Laura

Cuento escrito por Estrella

"El dragón y el niño"subir imagenes
Había una vez un niño llamado Pablo. Pablo iba paseando por el bosque cuando, de pronto, se encontró con un dragón diminuto. El pobre dragón estaba aterrorizado. Pablo dijo:
-No te preocupes, no te haré daño.
Y como era fin de semana se lo llevó a su casa escondido en el bolsillo del pantalón. Cuando Pablo llegó a su casa, le preguntó a su madre:
-¿ Pueden quedarse a dormir Rafa y Álvaro?
La madre contestó:
-No veo por qué no.
Por la noche los padres de Pablo se habían ido, así que, Pablo, Álvaro y Rafa estaban solos para poder ver al dragón. Cuando se lo enseñó, por poco se caen de espaldas. Pablo les dijo que tenían que guardar el secreto, de lo contrario no podrían ver al dragón nunca más. Entonces Pablo decidió quedárselo como mascota. Rafa le preguntó:
-¿Qué nombre le vas a poner?
Álvaro le dijo:
-¿Por qué no, Arco Iris? Tiene todos los colores: azul, amarillo, rojo, verde, añil y violeta.
A Pablo le pareció bien.
Desde entonces Pablo tiene un dragón como mascota.
Estrella
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Medusas gigantes


El pesquero Diasan Shinsho se hundió en aguas japonesas luego de que sus tres tripulantes intentaran, sin éxito, levantar una red repleta de medusas Nomura, una especie que se caracteriza por ser gigantes.
Debido al peso de las medusas, el barco se dio vuelta y sus ocupantes cayeron al agua. Por suerte, el mar estaba tranquilo y los tres pescadores pudieron ser rescatados por otra embarcación.
Esta especie de medusas, considerada en la actualidad una plaga en aguas niponas, puede llegar a pesar más de 200 kilos y medir 2 metros de diámetro.

En Japón están investigando para obtener con ellas medicamentos y alimentos, como estas galletas, harinas y helados. ¿Te animas a probarlos?

lunes, 22 de marzo de 2010

sábado, 20 de marzo de 2010

domingo, 14 de marzo de 2010

Animales extraños





¿Existen estos animales o es un montaje del Photoshop? ¿Qué opinas?

Una historia muy emocionante enviada por Álvaro



CÓDIGO ESQUIRPION
Había una vez ocho niños de 3ºB llamados Álvaro, Rafa, Pablo, Diego, Santi, Raúl, Manu y Manuel. Un día corriendo por el patio se cayeron por una baldosa. La sala a la que cayeron tenía un ordenador con cuatro pantallas y siete escáneres. Manuel, el de los ocho mejor en informática, dijo echarla a piedra, papel o tijeras a ver quien se mete en el escáner primero. Le tocó a Rafa. Rafa se metió en el escáner y Manuel pulsó siete botones y Rafa ya no estaba. Álvaro preguntó ¿Y Rafa? Manuel dijo, ni idea Álvaro. Santi miró su reloj y dijo ya podemos irnos a clase en cinco minutos o sospecharan de nosotros. Manu se paró y dijo ¿qué le decimos a la señorita en clase? Pablo, Diego y Raúl dijeron al mismo tiempo le decimos que jugando se ha roto los brazos y las piernas. Álvaro dijo tenemos que decir algo que sea posible. Manuel contestó pues un brazo. Santi, Raúl, Diego y Manu dijeron vale. Cuando terminaron las clases, de comer y de hacer los deberes se escaparon de casa y volvieron al colegio. Fueron por las escaleras al subsuelo. Allí había un pitido muy molesto. Manuel se sentó en la silla y dijo Rafa está en otro mundo llamado Esquirpión. Pablo dijo explicite mejor. Manuel contestó, cuando se metió en el escáner y no estaba es que se fue a Esquirpión. Álvaro preguntó ¿Entonces nosotros también si nos metemos en el escáner iremos allí? Manuel dijo, sí supongo. Pues venga vamos a meternos en el escáner, dijo Manu y Manuel contestó no se os ocurra hacerlo. Raúl preguntó ¿Por qué no podemos hacerlo? Manuel dijo a Rafa le pasó porque aún no lo sabía pero ya que lo sé no quiero perderos a vosotros. Pasaron horas y todos ya se habían vuelto a casa menos Manuel. A las ocho menos veinticinco, Manuel volvió a casa en su patinete. Sus padres le preguntaron que donde había ido. El dijo que había jugado al escondite con su hermana Lola. Sus padres le dijeron vale ahora ve a ducharte. Al día siguiente, en el recreo se volvieron a escapar. En el subsuelo, todos dijeron con entusiasmo, Manuel ya sabes cómo materializarnos en Esquirpión y él contestó ¡sí ya podéis iros a Esquirpion! Se metieron los seis en el escáner y Manuel dijo con exclamación “transmisión, escaneado y vitalización”. Estaban como en un glacial con un laberinto ante ellos. Manuel exclamó Rafa está en el laberinto. Raúl preguntó ¿qué son esos trastos? y Pablo contestó son vehículos. Cada uno cogió uno y se dirigieron al laberinto. En el laberinto había seis caminos y cogieron uno distinto cada uno. En el camino de Santi estaba Rafa. Rafa se había convertido en un futbolista de color verde que lanzaba balones láser y su vehículo era una moto que volaba. Álvaro en un gato, su color era azul y su vehículo, una tabla que volaba. Diego era un farmacéutico que lanzaba inyecciones y su vehículo, una camilla. Pablo era un profesor de gimnasia que lanzaba plasmas de energía y su vehículo, un libro volador. Raúl era un conductor que lanzaba ruedas desde un coche volador. Santi era un submarinista que lanzaba peces y su vehículo, un submarino. Manu era un recolector de bichos que lanzaba sus bichos desde un vehículo ciempiés. Los siete fueron hacia una torre que había allí. Todos se chocaron menos Pablo. Manu, Rafa y Diego animaron a Pablo a intentar chocar pero Pablo no quiso. Raúl y Santi gritaron, Pablo que te choques de una vez. Pablo dijo vale ya me choco. Y fue el único que consiguió meterse. Después volvieron a la tierra y apagaron el ordenador, Esquirpion dejó de existir.
Álvaro
¡Enhorabuena, Álvaro, estás hecho un escritor de primera!

Para mejorar la velocidad lectora


Os traigo una aplicación interactiva que podrá ayudaros a leer mejor. Podéis multiplicar por 2, 3 ó 4 vuestra velocidad lectora sin perder la comprensión.
Los lectores rápidos son los que mejor captan el sentido y los que saben sacar mayor partido del tiempo dedicado a la lectura. De la misma manera que un atleta gracias al entrenamiento físico permanente mejora día a día en su flexibilidad, resistencia, concentración, etc., nuestro cerebro está perfectamente dotado para que con el entrenamiento preciso y sistemático de la lectura mejoremos mucho la velocidad, la comprensión lectora y la ortografía, pudiendo llegar a obtener , marcas de lectura rápida cada vez mayores.
Eso sí, hay que dedicar un máximo de 9 minutos diarios, divididos en tres sesiones de no más de 3 minutos. Hay que tener muy presente que el resultado que se obtenga depende de cada uno/a.
Como la mayor parte del programa es para niños un poco mayores que vosotros, deberéis pedirle a algún mayor que os lo explique. Una vez que entendáis lo que tenéis que hacer, es muy importante practicar a diario. Os va a sorprender de lo rápido y bien que conseguiréis leer.
De todos modos, ya os lo explicaré yo también en clase de Informática.

miércoles, 10 de marzo de 2010

"Las Meninas" de Velázquez


Para saber más sobre el cuadro, pincha en la imagen.


domingo, 7 de marzo de 2010

Un pez muy triste


Recientemente The Daily Mail de Gran Bretaña publicó una foto de peces extraños del fondo del mar. El pez, denominado “blobfish”, tiene una expresión triste, y realmente tiene razón para ello. Científicos alertan de que como resultado de la pesca en el fondo del mar, blobfish enfrenta el peligro de extinción. Blobfish mide de 12 pulgadas (30,5 centímetros) y vive en aguas de 800 metros de profundidad al sureste de Australia. Es muy difícil encontrar su habitat, y por eso es poco conocido por el hombre. Sin embargo, a causa de la expansión de la industria de pesca, ha sido captado junto con otros peces. No es comestible, pero como vive en la misma profundidad del mar junto con otros especies como congrejos y langostas, se ha convertido en víctima de la pesca.(Pueblo en línea)

Día de Andalucía: Infantil y Primaria

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Medidas de capacidad

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