domingo, 14 de marzo de 2010

Una historia muy emocionante enviada por Álvaro



CÓDIGO ESQUIRPION
Había una vez ocho niños de 3ºB llamados Álvaro, Rafa, Pablo, Diego, Santi, Raúl, Manu y Manuel. Un día corriendo por el patio se cayeron por una baldosa. La sala a la que cayeron tenía un ordenador con cuatro pantallas y siete escáneres. Manuel, el de los ocho mejor en informática, dijo echarla a piedra, papel o tijeras a ver quien se mete en el escáner primero. Le tocó a Rafa. Rafa se metió en el escáner y Manuel pulsó siete botones y Rafa ya no estaba. Álvaro preguntó ¿Y Rafa? Manuel dijo, ni idea Álvaro. Santi miró su reloj y dijo ya podemos irnos a clase en cinco minutos o sospecharan de nosotros. Manu se paró y dijo ¿qué le decimos a la señorita en clase? Pablo, Diego y Raúl dijeron al mismo tiempo le decimos que jugando se ha roto los brazos y las piernas. Álvaro dijo tenemos que decir algo que sea posible. Manuel contestó pues un brazo. Santi, Raúl, Diego y Manu dijeron vale. Cuando terminaron las clases, de comer y de hacer los deberes se escaparon de casa y volvieron al colegio. Fueron por las escaleras al subsuelo. Allí había un pitido muy molesto. Manuel se sentó en la silla y dijo Rafa está en otro mundo llamado Esquirpión. Pablo dijo explicite mejor. Manuel contestó, cuando se metió en el escáner y no estaba es que se fue a Esquirpión. Álvaro preguntó ¿Entonces nosotros también si nos metemos en el escáner iremos allí? Manuel dijo, sí supongo. Pues venga vamos a meternos en el escáner, dijo Manu y Manuel contestó no se os ocurra hacerlo. Raúl preguntó ¿Por qué no podemos hacerlo? Manuel dijo a Rafa le pasó porque aún no lo sabía pero ya que lo sé no quiero perderos a vosotros. Pasaron horas y todos ya se habían vuelto a casa menos Manuel. A las ocho menos veinticinco, Manuel volvió a casa en su patinete. Sus padres le preguntaron que donde había ido. El dijo que había jugado al escondite con su hermana Lola. Sus padres le dijeron vale ahora ve a ducharte. Al día siguiente, en el recreo se volvieron a escapar. En el subsuelo, todos dijeron con entusiasmo, Manuel ya sabes cómo materializarnos en Esquirpión y él contestó ¡sí ya podéis iros a Esquirpion! Se metieron los seis en el escáner y Manuel dijo con exclamación “transmisión, escaneado y vitalización”. Estaban como en un glacial con un laberinto ante ellos. Manuel exclamó Rafa está en el laberinto. Raúl preguntó ¿qué son esos trastos? y Pablo contestó son vehículos. Cada uno cogió uno y se dirigieron al laberinto. En el laberinto había seis caminos y cogieron uno distinto cada uno. En el camino de Santi estaba Rafa. Rafa se había convertido en un futbolista de color verde que lanzaba balones láser y su vehículo era una moto que volaba. Álvaro en un gato, su color era azul y su vehículo, una tabla que volaba. Diego era un farmacéutico que lanzaba inyecciones y su vehículo, una camilla. Pablo era un profesor de gimnasia que lanzaba plasmas de energía y su vehículo, un libro volador. Raúl era un conductor que lanzaba ruedas desde un coche volador. Santi era un submarinista que lanzaba peces y su vehículo, un submarino. Manu era un recolector de bichos que lanzaba sus bichos desde un vehículo ciempiés. Los siete fueron hacia una torre que había allí. Todos se chocaron menos Pablo. Manu, Rafa y Diego animaron a Pablo a intentar chocar pero Pablo no quiso. Raúl y Santi gritaron, Pablo que te choques de una vez. Pablo dijo vale ya me choco. Y fue el único que consiguió meterse. Después volvieron a la tierra y apagaron el ordenador, Esquirpion dejó de existir.
Álvaro
¡Enhorabuena, Álvaro, estás hecho un escritor de primera!

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