viernes, 20 de noviembre de 2009

Taller de cuentos, 2ª parte: el nudo

Continuamos con los cuentos realizados siguiendo un esquema del Taller de Cuentos. En esta ocasión hemos escrito el nudo del cuento aunque algunos incluiremos también la presentación porque no la teníamos todavía en el blog.

Rexy vivía en Volcanolandia. Allí estaba a gusto porque había muchos de su especie y porque se divertían mucho. Aunque no le gustaba que los volcanes se pusieran en erupción.Un día se quedaron sin juegos.Entonces,en lugar de lamentarse, decidieron que era el momento de irse a Dinolandia. Casi todos allí pensaban que era muy peligroso. Sin embargo el Allosaurus le dio muchos ánimos.
Santiago

Había una vez una ovejita llamada Lana. Era pequeña, de color negro y bastante lista. Además, tenía patas marrones.
Lana tenía muchas cosas buenas, sobre todo que era simpática y responsable, sin embargo también era un poco presumida.
Lana vivía en una granja, allí estaba a gusto porque estaba repleto de sus mejores amigos y porque no le gustaba el que se riesen de ella.
Un día Lana se enteró de que había una estampida de pulgas. Entonces en lugar de lamentarse, decidió que era el momento de hacer una batalla.
Casi todos allí, pensaban que era demasiado creída. Sin embargo el ornitorrinco Jacky le dio muchos ánimos.

Clara

Púas vivía en una aldea. Allí estaba a gusto porque vivían muchos amigos y siempre hacía buen tiempo. Aunque no le gustaba que la aldea era un poco peligrosa. Un día, hubo una inundación en su aldea. Entonces, en lugar de lamentarse, decidió irse al Reino de los Volcanes con su amigo Fliqui. Casi todos allí pensaban que era imposible. Sin embargo, el ornitorrinco Aspa, su segundo amigo, le dio mucho ánimos.
Raúl
Voladora vivía en una ciudad. Allí estaba a gusto porque vivía con muchos amigos y porque era un sitio peligroso. Un día, se quedaron sin comida. Entonces, en lugar de lamentarse decidió que era el momento de ir a la casa de las chuches. Casi todos pensaban que era una locura sin embargo, el caballo que se llamaba Flipiy le dio muchos ánimos.
Laura
Funky vivía en una ciudad. Allí estaba a gusto porque había muchos sitios donde divertirse y porque había muchos sitios donde ir a comer. Aunque no le gustaba que los locales estuvieran siempre llenos. Un día, hubo un terremoto y se derrumbaron muchos edificios. Entonces, en lugar de lamentarse, decidió que era el momento de ayudar y dejar de ser un holgazán. Casi todos allí pensaban que no ayudaría mucho. Sin embargo, su compañero del poker le dio muchos ánimos.
Diego
Rerry vivía en el Reino de los Ornitorrincos. Allí estaba a gusto porque había abundante comida y porque siempre hacía buen tiempo. Aunque no le gustaba que era un sitio peligroso.
Un día, el Reino se empezó a derrumbar. Entonces, en lugar de lamentarse, decidió que era el momento de utilizar el invento que había fabricado. Casi todos allí pensaban que era una mala idea. Sin embargo, Moost, el pez, le dio muchos ánimos.
Álvaro
Pingüi vivía en Pingüinolandia. Allí estaba a gusto porque siempre hacía buen tiempo y porque había abundante comida. Aunque no le gustaba porque era un sitio solitario.
Un día, alguien se burló de él. Entonces, en lugar de lamentarse, decidió que era el momento de hablar con su amigo. Casi todos allí pensaban que no conseguiría reconciliarse con su amigo. Sin embargo, el conejo Cony le dio muchos ánimos.
Alicia
Vivía en Animalandia. Allí estaba a gusto porque vivían muchos amigos y siempre hacía buen tiempo. Aunque no le gustaba que la comida era muy escasa. Un día se quedaron sin comida en el poblado. Entonces, en lugar de lamentarse, decidió que era el momento de ir al Reino de las Flores con sus amigos. Casi todos allí pensaban que era muy arriesgado. Sin embargo, la mariposa Rosa le dio muchos ánimos.
Estrella
Vivía en una ciudad. Allí estaba a gusto porque siempre había buen tiempo y vivían muchos amigos. Aunque no le gustaba que la comida era muy escasa.
Un día, hubo una inundación en la residencia que vivía, entonces en lugar de lamentarse, decidió que era el momento de construir un invento para arreglar el problema.
Casi todos allí pensaban que no lo conseguiría. Sin embargo, Clara la abeja le dio muchos ánimos.
Pablo

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